domingo, 21 de septiembre de 2008

Juguetes

Ya hubiera querido yo tener los p|&(%3$ juguetes que tienen los niños de hoy en día. La verdad cuando era pequeño bastaba tener tu carrito imitación de Hot Wheels para echarte unas retitas con tus cuates o un bote de Frutsi aplastado para armar la cáscara. Hoy los chiquillos andan con coches de radiocontrol que poco les falta para caminar solos y hablar y con los mismos balones Adidas que se usaron en el mundial. Paseandome por la sección de juguetes de Chedrahui observo la cantidad de juguetes que hay y a los padres tratando de escoger un juguete de moda que no sea demasiado caro. Por suerte en la tienda "entienden" la situación y desde agosto se puede apartar el dichoso juguete para terminar de pagarlo dos días antes de reyes (que generosos ellos, ¿no?).

Y a pesar de esta riqueza tecnológica hay cosas que no cambian. Yo fui un niño afortunado que tuvo en sus manos un Caballero del Zodiaco de principios de los 90's: Aldebarán de Tauro. Cuando lo recibí me sentí el niño más afortunado del mundo (hasta que vi que un niño tenia como 10). Y conforme pasó el tiempo hice lo que muchos niños de hoy hacen: no valoré lo que tenia. Dos años después de tener ese muñeco lo vendí por la mísera cantidad de $70 pesos. Hoy veo los nuevos muñecos de los Caballeros del Zodiaco y son de una calidad mucho menor que aquellos que anhelé... No me cabe en la cabeza como pude haberlo vendido. Esto me lleva a pensar en la cantidad de cosas que reciben los niños de hoy en día, en la cantidad de cosas que quieren y como realmente pocos valoran. Niños de 8 años que ya juegan con su XBox 360 mientras que uno veía con asombro a los doce años los juegos de SNES en las tiendas departamentales. Y a algunos poco les basta esa calidad y quieren más. Los estantes donde se encuentran las muñecas son inmensos y no dejan de ser una version distinta de la misma muñeca; algunas incluso que son capaces de jugar sin la necesidad de la niña: oprimes un boton y la muñeca juega sola. Pero quieren tener todas.

Cuando era niño me juntaba con mis cuates en la tarde para jugar afuera, ir a echar la cáscara, jugar encantados, atrapadas, carreritas. Nos ibamos al "llanito" y en medio del monte nos correteabamos tratando de untarnos chichicastle, esa hierba que produce irritación en la piel, nos lanzabamos coníferas con una resortera apuntando siempre a la cabeza, agarrabamos a alguien y lo arrastrabamos hasta el charco más cercano para bañarlo, nos metiamos en la tienda de la esquina a jugar Street Fighter y Las Tortugas Ninja con 3 pesos que nos duraban para seis juegos (en el SF duraba menos por aquello del amigo vaguillo). Que tiempos aquellos, todo se iba en risas y "encabronamientos", jajaja. Hoy los niños se sienten grandes y se van al centro comercial más cercano a dar la vuelta, a jugar a PlayTime donde 3 pesos no te alcanza ni para el autobus para llegar, a sentarse a dar una vuelta por los metroflogs de sus amigos.

Se acerca navidad y veo los juguetes. Pienso: "P|&(%3$ mocosos, no valoran estos juguetes, jajajaja" y la verdad me dan ganas de volver a ser niño. Y recuerdo que así somos a esa edad. Todos le dimos con un martillo o una piedra a un carrito para simular un accidente, jugando con cerillos ahumamos un juguete. Qué bonito es ser niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario